De La Rochelle, salté a Nantes... No, no salté a Nantes... bueno... en fin... Fui a Nantes. Allí conocí a una pareja encantadora, encantadora y REALMENTE envidiosa. Francamente, la gente de Nantes que tiene la oportunidad de conocerlos (y follárselos de paso) tiene muchas posibilidades. Estos dos son un éxito en las aplicaciones. Coumba es un estudiante africano, futuro ingeniero, y Corto trabaja para una gran empresa exportadora brasileña, que si no he entendido mal, bueno creo, pertenece más o menos a su familia. En resumen, un joven de rico, magnífico, guapo, encantador, sonriente, bien educado, sencillo y adorable... un tesoro. Estos dos son encantadores y adorables... Tienen un bonito apartamento en las calles peatonales del centro de Nantes y están adorables, muy enamorados. Su vida es preciosa. Digamos que es envidiable. También son envidiosos... La escena es magnífica, las dos jóvenes maravillas se besan, se follan, evidentemente se quieren mucho, Coumba rocía la boca de su hombre, lo revuelca en el zumo, se lo folla como una , Corto chilla, Coumba dispara una segunda vez en su agujero y copa el zumo pegajoso con dos dedos. Una escena llena de ternura, pasión y esperma. Corto, demasiado hermoso, tratado como una . Y la polla negra de Coumba entrando y saliendo del jugo. Simplemente impresionante.