Es lunes por la mañana y un joven del sur de Francia debería ir a trabajar ahora mismo pero en cambio ha decidido quedarse en casa... Su mente no está enfocada en su carrera o su trabajo. No puede dejar de pensar en el sexo. En su portátil una colección de películas pornográficas lo mantiene duro mientras acaricia lentamente su gran y jugosa polla. Él sigue viéndolas acumulando una buena carga mientras su bolsa de pelotas se aprieta...